
The exhibition Knowing the World with the Mouth, Without Getting Pricked by the Thorns, organized by the FEMSA Collection and presented at Casa del Lago UNAM, explores the relationship between art, the body, and the act of eating as a way of understanding and connecting with the world. Inspired by Salvador Dalí’s idea that “beauty will be edible or it will not be at all,” the show brings together 42 works by artists such as Ana Mendieta, Francis Alÿs, Remedios Varo, Chantal Peñalosa Fong and Polvo de Gallina Negra, all of whom address the body as a space of mediation between the individual and their surroundings.
Curated by Beto Díaz Suárez and Dea López, the exhibition bridges disciplines such as anthropology, sociology, politics, and biology, highlighting how food is loaded with cultural, social, and political meaning. Through installations, performances, paintings, videos, and sculptures, visitors are invited to reflect on race, class, gender, memory, and territory. The exhibition also includes works activated by the sounds of fermentation and edible sculptures resembling pre-Hispanic figures, offering a sensory experience that reimagines eating as a form of resistance, identity, and resonance with the world.
La exposición Conocer el mundo con la boca, sin que te piquen las espinas, organizada por la Colección FEMSA y presentada en la Casa del Lago UNAM, explora la relación entre el arte, el cuerpo y el acto de comer como una forma de conocimiento y vínculo con el mundo. Inspirada en la idea de Salvador Dalí de que “la belleza será comestible o no será”, la muestra reúne 42 obras de artistas como Ana Mendieta, Francis Alÿs, Remedios Varo, Chantal Peñalosa Fongy Polvo de Gallina Negra, que abordan el cuerpo como espacio de mediación entre el individuo y su entorno.
La curaduría de Beto Díaz Suárez y Dea López conecta disciplinas como la antropología, sociología, política y biología, y resalta cómo la comida está cargada de significados culturales, sociales y políticos. A través de instalaciones, performances, pinturas, videos y esculturas, se invita al espectador a reflexionar sobre raza, clase, género, memoria y territorio. La exposición también incluye piezas activadas con sonidos de fermentación y comestibles en forma de esculturas prehispánicas, proponiendo una experiencia sensorial que reconfigura el acto de comer como una forma de resistencia, identidad y resonancia con el mundo.
Text based on an article by Nicolás Cabral
Texto basado en artículo por: Nicolás Cabral